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Desagües de amor

Maldigo el azote y al verdugo

y bendigo la flor que no pudo marchitar.

 

El tiempo creó un león de un cervatillo asustado

y al fin la vida hizo justicia.

 

Llegó de nuevo la caricia y el amor

ese tan negado, tan olvidado y reacio ya a llegar.

 

Aunque jamás dejan de cicatrizar del todo las heridas

la atención del príncipe y su dedicación a ella

hace un nuevo resurgir,

una nueva vida llena de esperanza

para alguien que puso mil veces la otra mejilla

pero que nunca se rindió.

 

Ella no es la apariencia, sino la esencia.

 

Degarcía).

Modelo: Helena Contreras

Fotografía. Degarcía.

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